Todo Comenzó con una Pregunta Simple
En 2018, trabajando como consultora financiera independiente, me di cuenta de algo que cambiaría mi carrera para siempre. Los empresarios más talentosos perdían contratos no por sus precios o servicios, sino por cómo presentaban sus presupuestos.
Esa pregunta me llevó a investigar durante meses. Entrevisté a más de 200 empresarios, analicé cientos de presupuestos exitosos y fracasados, y descubrí patrones fascinantes que nadie estaba enseñando.
La respuesta era clara: no se trataba solo de números, sino de narrativa financiera. Los mejores presupuestos cuentan una historia que el cliente puede visualizar, tocar y sentir como suya.
